Economía Visión crítica del desempeño del BCR clama que directorio debe irse a su casa.
El Delgado Hielo
En otros lugares del mundo los bancos han venido estimulando sus economías, protegiéndolas contra gobiernos que no funcionan. Este ha sido el caso de Europa y los Estados Unidos. En Washington es la FED y no la Casa Blanca o el Congreso la que ha venido dictando las normas en rescate de la economía. En Europa ha sucedido lo mismo con gobiernos que no han funcionado, como es el caso de Francia e Italia, que han sido rescatados por el Banco Central Europeo.
En América Latina, los bancos centrales de países vecinos como Colombia, Chile, México, e incluso más tarde Argentina, a menudo junto con el Gobierno, han devaluado sus monedas resueltamente, ayudando a que sus economías crezcan y permanezcan activas.
En América Latina, los bancos centrales de países vecinos como Colombia, Chile, México, e incluso más tarde Argentina, a menudo junto con el Gobierno, han devaluado sus monedas resueltamente, ayudando a que sus economías crezcan y permanezcan activas.
En el Perú no hemos tenido esa suerte. Aquí, el Banco Central ha sido tan dañino como el propio gobierno. La administración de Humala ha sido, de hecho, una triste desilusión en contra del empresariado. Pero es el Banco Central de Reserva el que ha agudizado los daños, cuando debería haber sucedido lo contrario y habernos protegido contra los burócratas de ministerio.
En vez de eso, el Banco Central ha traído de vuelta al viejo enemigo de la década de 1980: estanflación, inflación creciente, con riesgos de recesión. Hoy en día la economía nacional del Perú cojea a lo sumo a uno por ciento sobre una base anual y podría llegar a cero. En los sectores de manufactura y construcción y las exportaciones no tradicionales, entre otros sectores claves, los números se están moviendo de mal a peor.
Aquí tenemos el expediente del BCRP.
l Inflación: 5% en vez del 2% reconocido en todo el mundo hoy en día como el objetivo correcto. Nuestro 5% se encuentra en un mundo donde la desinflación es lo normal. Los precios del petróleo y el gas están a una cuarta parte en comparación a hace un año. El mineral de hierro y el acero, los productos alimenticios como el maíz, la soya y el arroz, están a mitad de precio, al igual incluso que el cacao y el café. El cobre está a dos dólares la libra en vez de los casi cinco de hace dos años. La inflación en Europa, los Estados Unidos, Japón y China es cero. Las tasas de financiamiento son, a veces, como en el caso de Alemania y Japón, menor a cero. En Europa, Japón, Canadá y Australia, países que han registrado fuertes devaluaciones, la inflación es cero. Incluso China está devaluando el renminbi para proteger sus reservas y estimular su economía. En China tampoco hay inflación.
Lo que todo esto significa es que la creciente inflación en el Perú es puramente interna, hecha en Perú. La estabilidad de precios es el trabajo, el único trabajo legal del Banco Central.
l Para subrayar la desconexión de nuestro Banco Central con la realidad nacional y extranjera, el banco ha estado elevando las tasas de interés de los bancos comerciales en un intento por desacelerar la economía incluso más. Solo falta que llueva para arriba.
l El año pasado el directorio del BCRP empezó a ceder frente a las presiones de la realidad. Pero en vez de promover un mercado libre, donde el sol y el dólar se comporten de acuerdo al dictado de la ley, han estado quemando US$ 1,000 millones al mes, usando un costoso paraguas, las reservas internacionales de nuestro país, para tratar de detener la lluvia.
El costo de este esfuerzo equivocado ha sido terrible. De acuerdo a los registros del Banco Central, este gastó US$ 4,000 millones en el 2014 y otros US$ 8,000 millones el año pasado. Se trata de dinero de verdad, no solo de los soles que el Banco Central puede imprimir básicamente como le venga en gana. La realidad es peor. Actualmente, el BCRP debe S/ 28,500 millones (US$ 8.3 billones) adicionales en obligaciones swap. “Hubo un error de cálculo”, señaló secamente uno de los directores del banco.
En palabras sencillas, el costo de desacelerar la economía hasta un Pare ha sido alrededor de US$ 20,000 millones. La posición de cambio del BCR cuenta una parte de la historia. Durante el 2014 y el 2015 se desplomó de US$ 41 millones a US$ 26 billones, con los S/ 28.5 billones todavía pendientes de pago.
Si el BCR mantiene la actual tasa de devaluación del sol contra el dólar americano en alrededor de 1% mensual, el tipo de cambio sol/US$ a fin de año será de S/ 3.90. Esto sería mejor que el actual S/ 3.45. Pero el daño ya está hecho.
Si el directorio del Banco Central hubiera mostrado decisión en vez de debilidad y de una salida más fácil, el tipo de cambio sol/US$ estaría hoy entre S/ 4 y S/ 4.20. Colombia, por ejemplo, ha devaluado su moneda en 73% en los últimos dos años. Si el Perú tuviera un mercado libre, como lo dicta la ley, el tipo de cambio actual sería alrededor de S/ 4, de acuerdo con la experiencia colombiana.
Un mercado libre hubiera tenido dos efectos importantes. El primero sería una economía rebosante, orientada a las exportaciones crecientes, con miles de compañías agrícolas, de metal mecánica y otras ofreciendo cientos de miles de empleos. Las compañías mineras, que proveen más de la mitad de los ingresos por exportaciones en el Perú serían rentables, incluso con los bajos precios existentes. Las mineras usan muchos insumos importados, pero su único costo principal es el trabajo, un ítem en soles.
Con un manejo adecuado del tipo de cambio en vez de nuestra confusa política económicamente deprimida, hubiera sido positiva y estable. Habría poco espacio, en todo caso menos, para los aventureros que usan el DDO, Dinero De Otros para comprar su entrada a Palacio de Gobierno como si se tratara de un negocio familiar.
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